domingo, 1 de agosto de 2010

Península de Dingle, en verano

Y, claro, tampoco podía faltar visitar de nuevo la Península de Dingle e intentar ver al delfín Fungie, que lleva más de 25 años viviendo (¿solo...?) en la bahía de Dingle.
No sólo lo vimos, sino que nos acompañó durante un buen rato, al costado del barco, a un par de metros solamente.
Luego seguí hasta el extremo oeste de la península, y aprovechando que fue el día que más sol hizo, que más calentaba y durante más tiempo (¡¡¡varias horas!!!), aproveché para cumplir un deseo que tenía: bañarme en alguna playa de Irlanda. Pero el baño duró unos pocos minutos, porque el agua estaba recién salida del congelador. ¡¡¡Qué fría qué estaba!!! Sentía agujas clavándoseme en los pies. Por eso van casi todos con trajes de neopreno...
Sueño cumplido.


sábado, 31 de julio de 2010

Ring of Kerry, en verano

No podía dejar de volver a recorrer el Ring of Kerry, ahora en verano.
Esta vez sí compartí las estrechas carreteras con los autocares turísticos, pero sólo por la mañana temprano, así que los fui adelantando y dejando atrás (haciendo el recorrido en sentido antihorario, para no encontrármelos de cara y hacerle un lifting al coche contra los muros que delimitan las carreteras).


lunes, 26 de julio de 2010

Foxie, el zorrito

Esta semana estoy trabajando en la central de Great Island, en New Ross, condado de Wexford, y mira qué me encuentro en el aparcamiento al salir.
Un pequeño zorrito, que no parece que esté muy bien nutrido. Pero cae simpático.
Aún gracias si se libra de las cacerías...


domingo, 25 de julio de 2010

Waterford (Port Láirge)

Hoy he dejado Galway y cruzo el país hacia el sudeste hasta Waterford, capital del condado del mismo nombre. Históricamente, la primera ciudad de Irlanda, fundada por los vikingos en el 914 DC.
La primera de las fotos muestra un puente atirantado construido por Dragados, y una compañía que yo me sé...


sábado, 24 de julio de 2010

Aran Islands, un mundo de piedra aparte

Cojo el ferry tempranito en Rossaveal, a unos 40 km al oeste de Galway. El día no acompaña nada, húmedo y fresco, siempre amenazando lluvia.
40 minutos sobre el agua y llegamos a Kilcronan, en la isla de Inishmore, la mayor de las Islas Aran. Las otras dos, Inishmaan (la mediana) e Inisheer (la menor), las dejo para otro nuevo viaje.
La isla tiene unos 15 km de largo y unos 3 de ancho. Y aunque el día no deja de amenazar con mojar a los más aventureros, no me apetece coger un tour-bus y me decido finalmente por alquilar una bicicleta. Las carreteras son buenas, la isla más o menos llana y el tráfico muy escaso.
Pero los más de 30 km en total y mi nula forma física en bici desde hace muchos años, hacen que al final del día (y durante el día, qué leches) mis piernas me maldigan por mi brillante idea. Si ya es doloroso cuando se te suben los gemelos, imaginaos cuando son los cuádriceps los que amenazan con hacerlo. Yo creo que se me llegan a subir y tengo que bajar rodando por las piedras desde lo alto del fuerte Dún Aengus.
Pero el espectáculo de la isla, toda piedra, con una colonia de focas tomando el sol, y por encima de todo, las ruinas del fuerte Dún Aengus, literalmente "colgado" sobre el punto más alto de los acantilados, hace olvidar todo lo demás.
El fuerte y sus acantilados son un espectáculo en sí. La altura es mucho menor, como una tercera parte, que en los acantilados de Moher. Son sólo 87 m, pero el hecho de caminar por la piedra justo hasta el borde mismo del acantilado, sin protección alguna pese a ser una atracción turística, da al conjunto una espectacularidad tremenda.
Por último, esta isla también tiene su nota cinematográfica, cuando en 1934 Robert J. Flaherty rodó el famoso documental "El hombre de Aran" ("Man of Aran"), narrando la vida de las gentes de la isla.


viernes, 23 de julio de 2010

Galway at night

Ya el año pasado visité está animada ciudad de día.
Ahora os la muestro de noche.
Es realmente una ciudad con mucha marcha, independientemente de que en este fin de semana se terminaba su semana de Arts Festival y justo el lunes empezaban las Galway Horse Races, y en este país se vuelve locos por las carreras de caballos. De todas partes de Irlanda acuden a las grandes citas de estas carreras. Así que la ciudad estaba a reventar.


Condado de Mayo

Dejando ya Ballina, recorro toda la costa norte y oeste del condado de Mayo.
Primero me detengo en el yacimiento neolítico de Cèide Fields, con un centro de interpretación muy logrado y multipremiado por su diseño.
Me desvío después a la Achill Island, donde encuentro una playa recogida donde (¡¡cómo no!!), hay surfistas haciendo sus pinitos.
Y ya de camino a Galway para pasar el fin de semana, me detengo en el pequeño pueblo de Cong, donde, además del bonito conjunto de las ruinas de su abadía, resulta ser el pueblo donde John Huston filmó hace ya unos cuantos años (1952) la famosa película "El hombre tranquilo" ("The quiet man"), aquélla en la que John Wayne le arreaba un mamporrazo a la guapa pelirroja Maureen O'Hara. Qué hombre el Juan Vaine aquél, menudo prototipo de machote (machote... machista... se parecen mucho...).


jueves, 22 de julio de 2010

Killala, cerca de Ballina

Éste es el pueblo de Killala, a unos 12 km de Ballina, y junto al que está la central eléctrica de Tawnaghmore. Aquí tenéis unas instantáneas de su pequeño puerto, y un típico puesto ambulante de venta de "fish & chips", el tentempié típico de las islas británicas.


martes, 20 de julio de 2010

Ballina 2: Jazz en el P.J. Duffy Inn

En verano se multiplican las actuaciones musicales en los pubs de toda Irlanda.
Aquí tenemos a un grupo de viejos amigos, cuando menos más viejos que amigos, porque una larga edad es una de las cosas que más tienen en común este grupo de músicos.
Y nada, ahí están dale que te pego haciéndonos pasar una buena velada con su "jazz session". Y el pub "petao" de gente.
Pa' quitarse el sombrero.


domingo, 18 de julio de 2010

Llegada a Ballina, Co. Mayo

Por fin llegamos a Ballina (Béal an Atha), capital del condado de Mayo. Aquí me estaré otra semanita, mientras me lo curro en la central de Tawnaghmore, junto a Killala, a unos 12 km de aquí.
Es ésta una ciudad interesante y acogedora, con unos cuantos pubs al estilo clásico, donde puedes escuchar música tradicional, o a Greg y Padraig (Patrick) rememorando con sus guitarras y su voz rota temas clásicos de Dire Straits, Leonard Cohen o Bob Dylan. Un buena noche para el recuerdo.
Y como yo no voy a ninguna parte sin mi Canon, que ya es un apéndice más de mi cuerpo, pues al verme hacer fotos a los músicos, el dueño del Pub "An Sean Síbín", Aiden Sweeney, me pilló ya en la calle cuando me iba, me dio una tarjeta y su hotmail y me pidió que le enviara las fotos para tenerlas. Dicho y hecho, y cuando unos días después volví para escuchar a Greg y Padraig al pub otra vez, Aiden me plantó una Guinness como agradecimiento. Ahí es nada. Hospitalidad irlandesa.
Y como variante, durante el día puedes observar a los pescadores que se multiplican por las orillas del río, y también dentro de él. En el B&B en el que me alojo, Suncroft (cuya dueña, Breda, y su marido veranean en Alicante, jeje), he coincidido esta semana con unos cuantos pescadores, irlandeses y hasta suecos y alemanes, y uno de ellos me ha mostrado un buen salmón de unos 5-6 kg. Por algo Ballina es la capital del salmón en Irlanda.